Nuria, maja de las fiestas de Atea
La Comisión que organiza las Fiestas Patronales del pueblo que vio nacer a la abuela Carmen no pudo resistirse a los innegables e innumerables encantos que atesora mi sobrina y decidió nombrarla Maja de tan fasto acontecimiento.
Esta sabia decisión provocó un previsible y considerable revuelo en toda la familia Villarroya por el honor y la responsabilidad que suponía el que Nuria estuviese al frente de todas las celebraciones, tanto laicas como religiosas.
Por supuesto acudimos todos a disfrutar del acotencimiento y, a pesar de los nervios, las prisas y el considerable estrés hay que felicitar a Nuria, a sus padres y a la abuela porque todo salió estupendamente.
Sin duda alguna, Nuria fua la más guapa, la más espléndida y la mejor Maja que haya tenido Atea en toda su historia. Y no es amor de tío.
El Padrí Rofomanus